En primer lugar debo aclarar que esta información no fue escrita por mi si no fue extraída de la siguiente dirección web http://www.angelfire.com/creep/circulocero/jmetal.htm la publico por que es muy interesante y nos muestra el panorama de la música en japón 100% recomendable.
En primer lugar es conveniente establecer los parámetros que rodean al análisis de la situación del Rock, en un país como Japón.
Tras los Estados Unidos, Japón es el segundo mercado discográfico del mundo, tan solo por el hecho, de ser unos de los países más poblados del mundo con unos 128 millones de almas. A pesar de que los artistas occidentales cada vez tienen más presencia en el mercado japonés, éste es un mercado básicamente doméstico, con los artistas japoneses copando el 70% de las ventas de discos y vendiendo hasta 9 millones de copias de un álbum sin apenas realizar ventas en el extranjero. Por ejemplo, la artista de Pop, Ayumi Hamasaki, en el 2001 vendió 13 millones de copias, de su álbum, “I Am…” fue el segundo álbum más vendido del mundo en aquel año, pero seguramente es la primera vez que muchos oyen de la tal Hamasaki.
Esta industria discográfica posee unas características únicas que las distingue de sus homólogas occidentales. Por ejemplo, la radio tiene un impacto relativamente pequeño en las ventas de discos. Las normativas en materia de emisión son bastante estrictas, tendiendo a eliminar la competencia entre las radios y dando lugar a programas anodinos y predecibles. Por otra parte, las revistas de música son una de las piedras angulares de la industria discográfica japonesa. Un gran número de revistas de música (CD Hits!, What’s in?, Girl Hits!, Girl pop o Weekly Oricon) e información general (Nikkei Entertainment) dan puntual cuenta de los nuevos lanzamientos discográficos y de las últimas noticias de los grupos y solistas japoneses. La televisión también juega un importante papel. La mayoría de los programas de televisión, anuncios y series de televisión utilizan en mayor o menor medida temas de cantantes japoneses, algunos de las cuales se convierten en superventas. La presencia de programas de música en la televisión también está consolidada, con programas como Utaban (TBS), Hey! Hey! Hey! Music Champ (Fuji TV) o Music Station (TV Asahi). Últimamente han aparecido canales temáticos de música en la línea de la MTV Japan como, por ejemplo, Viewsic TV o Music Japan TV.
Japón es un país en el quicio de dos culturas la oriental y al occidental.
Es un país de tradiciones orientales muy rígidas, pero con un claro pro-occidentalismo, en su política y su sociedad. Japón no es asiático, a pesar de encontrarse en Asia. Su cultura y su pensamiento, hoy, tiene más que ver con Europa y Estados Unidos que con China.
Japón además ejerce una importante influencia en todo el este asiático, democratizado e industrializado (Korea del Sur, Taiwán, Singapur y Malasia) mucho mayor que el que ejerce estados Unidos sobre Europa o el propio Japón.
Por otro lado a todos los europeos nos sorprende la forma en que los nipones son capaces de asimilar modas, costumbres y filosofías, occidentales, de modo que tan japonés resultan hoy el karate, como el béisbol o el fútbol. Por me resulta indispensable, distinguir entre dos tipos de Rock, el estrictamente japonés y el Rock occidental hecho por japoneses. Yo me centraré más en el Rock japonés propiamente y en dos estilos concretos el Ji-Roku (/yi-rok(u)/) y el Visual Kei.
Otro aspecto importante de Japón, es el que atañe a su hiper-desarrollo, de los años 60 y 80 y que marcan de algún modo la mentalidad musical japonesa.
Japón tras la segunda guerra mundial está completamente destruida, y en 1964 con motivo de las olimpiadas de Tokio, Japón comienza su etapa de desarrollo, que durará 28 años en los que prácticamente doble su PIB y crecerá por encima del 9% interanual. Los años ochenta son aún más espectaculares y Japón se sitúa en 1988 como la segunda economía del mundo, y el 4 puesto en renta per cápita, es decir Japón, por encima de estados unidos (en Japón la riqueza está mejor distribuida que en EE.UU.).
Llegan los noventa, y el sueño se emborrona, Japón entra en una recesión que aún dura, y de la que no se sabe muy bien como salir. Japón está sumida en una importante depresión. Los políticos del partido Demócrata Liberal (derecha) han estado durante 38 años en el poder y están absolutamente corrompidos, la izquierda japonesa está demasiado fragmentada, y tan solo entre 1994 y 1998 consiguen formar un débil gobierno de coalición, la banca japonesa en 2000 amenaza la quiebra, y los empresarios son muy agresivos y despiadados.
El alto nivel de vida del Japón, encarece los productos, que ya no son competitivos en precio, aunque si en calidad, (hoy un equipo Sony, Panasonic, es caro) y además Corea del Sur viene desde atrás dispuesta a heredar la posición de Japón, y convirtiéndose en su mayor rival, con una relación calidad-precio envidiable (Aiwa, Samsung, LG, Hyunday, Daewoo). Además Japón es deficitario en materias primas y energía, lo que agrava la situación.
Los japoneses sufren además una crisis de identidad, y una ruptura generacional, muy fuerte, los jóvenes solo piensan en gastar, comprar ropa cara (hay niñas de 16 años, que incluso se prostituyen para comprar un bolso nuevo o unos zapatos más caros), ir a los karaokes y escuchar música.
Aun así el pensamiento, de los japoneses es bastante despreocupado, y la crisis en vez de para Japón está haciendo que este vaya cada vez más rápido, insertando a sus habitantes en una vorágine de consumismo compulsivo, que se puede apreciar en Shibuya, un barrio para compras juveniles, casi exclusivamente. No obstante Japón es un país muy bien estructurado y muy bien repartido el 80 por ciento de la población es de clase media, y tiene un poder adquisitivo que ronda los 26.000 euros al año, (el sueldo mínimo profesional, está en torno a las 200 mil de antes, unos 160.000 yenes) además es un país muy tecnológico, con una tecnología muy accesible para la población, en cualquier casa japonesa, encuentras lámparas que se encienden con mando a distancia, aire acondicionado en todas las habitaciones, y muchos elementos que muestran que los japoneses, están muy ligados a la tecnología.
Pero Japón es el país de la dictadura mental, quiero decir con esto, que cuando estás allí te das cuentas que los japoneses llevan en su cabeza una “autorestricción”, aprendida, de manera que llevan un orden, aprendido muy rígido. Tienen muchas normas de comportamiento, pero parecen normas arraigadas desde hace siglos.
La música obviamente acaba reflejando esta situación, y los grupos que nacen hacia la mitad de la década, reflejan ese pesimismo y desorientación. El Rock Alternativo no tiene éxito en Japón y solo en el último año de siglo, aparecen algunos grupos, como Spitz, The Pillows que planean ente el Grunge y el Brit
La música preferida de los Japoneses, sigue teniendo una estela ochentera, muy marcada, y la estética Visual rodea tanto a grupos de J-Rock como de visual Rock propiamente dicho. Las crestas los pelos alocados, los tintes de colores, siguen siendo los preferidos entre japoneses rockeros. Y el olor a años 80 se aprecia en muchos grupos, así como en las bandas sonoras de los animes.
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